España sigue siendo el país de
la Unión Europea con más porcentaje de abandono escolar, entendido técnicamente como el número de personas entre 18 y
24 años que han obtenido como máximo el título de Educación Secundaria
Obligatoria (ESO) y no ha seguido cursando después ni Bachillerato ni FP ni
ningún otro tipo de formación. En España se ajustan a esa definición veinte de
cada cien jóvenes (20,3%, concretamente), mientras que la media europea está en
10,9%. Ningún país de la UE tiene peores datos que España, seguida en esta
clasificación por Malta (20,1%), Rumanía (18,9%), Italia (14,6%) y Bulgaria
(13,1%). Estonia, Hungría y el Reino Unido se sitúan también por encima del
promedio comunitario, con tasas en torno al 11%.
La Estrategia 2020 (el plan elaborado por la Comisión Europea en
2010 para mejorar la posición global de la UE en empleo, innovación, educación,
integración social y energía) establecía una serie de objetivos de abandono escolar, tanto de la media de la Unión como país por país. En conjunto,
la UE está a menos de un punto porcentual de llegar al nivel marcado, y con
años de adelanto: el 10%. Para España las noticias no son tan positivas: su
20,3% está todavía muy lejos del 15% marcado por la Estrategia 2020. En el
extremo contrario, trece países de la UE ya han logrado mejorar en 2015 el
objetivo que tienen fijado para 2020. Entre ellos están Alemania, Francia,
Dinamarca, Austria, Irlanda y Suecia, así como Lituania, Letonia y Croacia.
Suecia es el país de la antigua UE-15 con la menor tasa de abandono escolar con
un 6,6%, mientras que las cifras más bajas de la UE corresponden a Polonia a
(5,3%) y Croacia (3,0%).
No todo son malas noticias para España respecto al abandono
escolar. La tasa ha bajado notablemente desde 2008, año en el que llegamos a
una cifra récord del 31,7%. Como comenta Almudena Semur, coordinadora del
Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), el abandono escolar temprano "comenzó a disminuir con el
comienzo de la crisis y el hundimiento del sector de la construcción". Es
decir, "la escasez de la oferta de trabajo y las altas tasas de paro
desmotivan el abandono escolar". Uno de los objetivos de la LOMCE, la Ley
Orgánica de Educación de 2013, es combatir este fenómeno creando nuevos
recorridos educativos de Formación Profesional Básica o Dual.
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